Saboreando sin gluten, un paraíso para celiacos con alma de chef

Conocemos a Sara Arévalo, autora del blog de gastronomía Saboreando sin gluten, un espacio de reviews de productos, bares y restaurantes con opciones para el colectivo celiaco.

Su diagnóstico fue complejo. Hasta los diecinueve años no le detectaron esta enfermedad autoinmune, tras muchos años de visitas constantes a digestivos y diagnósticos erróneos. Su tío, que es pediatra, le sugirió que podría ser celiaca por los síntomas que presentaba. Así que, tras unos análisis y una gastroscopia (que es la prueba concluyente), dieron con la tecla. Al salir del médico, se comió el último Maxibom de su vida y cambió el chip. Ahí comenzó un arduo camino sin gluten de baches y complejidades que ha ido superando con el paso de los años.
Por eso, en Saboreando sin gluten y en redes sociales Sara facilita la vida a los celiacos haciendo reviews de productos, bares y restaurantes con opciones para este colectivo. Además, lo complementa con recetas, dulces y saladas.
Tras el diagnóstico de la enfermedad celiaca el proceso de adaptación fue tedioso. Tanto yo, como mi entorno, tuvimos que aprender desde cero los nuevos procesos de cocinado, la lectura de etiquetas, evitar la temida “contaminación cruzada”, entre miles de cosas más.
Sara Arévalo, autora de Saboreando sin gluten
Seguramente fueron las dificultades las que te impulsaron a crear este canal, ¿es así?
Así es, ya que nuestra única medicina es llevar un estricto control de la alimentación y no ingerir alimentos con gluten o que hayan sufrido un proceso de contaminación cruzada. Por ello, para mí es esencial divulgar todo tipo de información relacionada con el mundo de la celiaquía.
Por ejemplo, a la hora de cocinar con harinas, no puedes seguir una receta normal, ya que las cantidades son diferentes. Pues ahí estamos los generadores de contenido para hacer pruebas y enseñar de la manera más sencilla a los demás. O si abre un nuevo obrador en la otra punta del país, gracias a las redes sociales quizás tengas conocimiento sobre ello y vayas a visitarlo en tus vacaciones.

¿Crees que sigue habiendo una carencia en cuanto a productos sin gluten en el supermercado? ¿Cuáles de los supermercados e hipermercados están mejor adaptados?
Actualmente, encontramos una amplia variedad de productos específicos, como pan, bollería, pastas, entre otros, en el mercado. Ahora, ¿son los productos que yo comería a diario? No todos los días, ya que, en su mayoría, contienen altos niveles de azúcares, grasas y aditivos. Sin embargo, son un buen salvavidas para los viajes o cuando surge un imprevisto.
Yo suelo adquirir las harinas sin refinar, y elaboro los productos. Es mucho más saludable, y además me relaja andar en la cocina, pero no siempre contamos con el tiempo necesario.
La mayoría de los productos específicos para celiacos que encuentras en los supermercados, como pastas, pan o bollerías, contienen altos niveles de azúcares, grasas y aditivos. La solución es adquirir las harinas sin refinar y elaboras los productos en casa.
Sara Arévalo, autora de Saboreando sin gluten
Comercios como Hacendado, Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés ya cuentan con su propia línea de productos concretos. De la misma manera, la mayoría de los herbolarios los ofrecen también.
Recomiéndanos algunas tiendas en las que suelas comprar, esas que sabes que nunca te fallan.
Todas mis harinas las compro de Alatria Gastronomía Saludable y Algood Gastronomía. Ambos trabajan con productos naturales que se adaptan a mis necesidades y además, me lo llevan todo a casa, ¡no se puede pedir más!

Es cierto que los productos sin gluten son mucho más caros, ¿crees que la industria se aprovecha de ello?
Son muchos más caros, nuestra lista de la compra mensual suele ser un 300% más cara que la de un no celiaco. Y por supuesto que se aprovechan de la situación, ya que somos un nicho de mercado con una necesidad real que siempre va a consumir dichos productos, ya que la alimentación es nuestra medicina.
La lista de la compra mensual de un celiaco suele ser un 300% más cara que la de un no celiaco. Debemos luchar para que esto cambie.
Sara Arévalo, autora de Saboreando sin gluten
Pongamos un ejemplo real. Un kilo de harina normal cuesta 0,50€ y sin gluten 3,99€ hay una diferencia abismal de 3,49€. Este hecho se debe principalmente al alto coste de las materias primas, el I+D de los productos o los control estrictos de producción en plantas sin contaminación cruzada.
Aun así, para muchos de nosotros es bastante complejo adquirir ciertos productos debido a su elevado precio. Por ello, luchamos para que esto cambie.
Cuéntanos los productos que no pueden faltar en tu nevera/despensa para cocinar día a día.
Siempre he dicho que si tuviera que irme a una isla desierta con 4 ingredientes serían la patata, la cebolla, los huevos y la harina. Es muy sencillo elaborar recetas con esos productos como base. Véase, tortillas, revueltos, de manera horneada, a la plancha, en forma de puré o cocidos. Además, podemos crear diversos tipos de masas saladas como pizza, pan, fajitas, falafel, etc. Y ¡no nos olvidemos del dulce! Soy una loca de los bizcochos, tortitas, flanes, magdalenas, y un sinfín de recetas al alcance de todos.
Cada vez más los restaurantes se adaptan para que las personas celiacas no tengan problemas a la hora de comer o cenar fuera, pero no todos, ¿encuentras muchos problemas en este sentido?
Cada vez son más, pero sobretodo en las grandes ciudades, en los pueblos es complejo encontrar un lugar 100% apto. Luego nos topamos con la problemática que ya comenté de la “contaminación cruzada”. Hay lugares que se anuncian como aptos pero su trazabilidad dice lo contrario. El terrible problema es que hay mucha gente que no cuenta con los conocimientos suficientes para detectar estos errores en el sistema y confían en dichos restaurantes. Tenemos que tener mil ojos cuando salimos de casa.
Recomiéndanos algunos restaurantes que te apasionen.
Sin duda alguna, si estáis por Madrid y os gusta la comida japonesa tradicional, no podéis perderos Okashi Sanda (C/ San Vicente Ferrer, 22, Madrid). Todos sus platos son sin gluten, sin lácteos y sin azúcares refinados. Los salados son una locura, recomiendo las gyozas, los takoyakis y el katsudon. Pero si lo tuyo es el mundo dulce éste es tu sitio. Mis tops son la galleta de matcha y chocolate con helado y la tarta de zanahoria. Puedes incluso ¡ir a merendar!

Y si Barcelona es tu destino tiene que ir a Dal Nonno (Avinguda de la Constitució, 60, Castelldefels, Barcelona). Es mi italiano favorito. Es un restaurante familiar donde los celiacos podemos degustar toda la carta. Las pizzas y las pastas son artesanas y los ingredientes los importan desde Italia, lo que supone un plus de sabor y tradición.

Una receta exclusiva para los lectores de Tragourmet.
Os dejo uno de mis dulces favoritos para cuando queráis daros un caprichito. Son mis “Galletas saludables picantes de cacahuete o almendra”

¿Qué ingredientes necesitas?
- 2 cucharas de copos d avena #singluten (si no eres celiaco, pones de la normal)
- 1 huevo L
- 1 cuchara pequeña de crema 100% cacahuete (o almendras)
- 2 onzas d chocolate puro (cuanto más alto el porcentaje de cacao, mejor)
- Una pizca de pimienta rosa (si te gustan los contrastes de sabores, sino omítela)
Elaboración:
- Echamos a la picadora (o procesador de alimentos) la avena y la pimienta. Pulverizamos hasta que los copos se conviertan en harina fina.
- A continuación, añadimos el huevo y vertemos la crema de cacahuete o almendras. * Puedes hacerla en casa o comprarla, pero que no tenga contenido en azúcar.
- Trituramos todo hasta conseguir una masa densa y homogénea.
- Picamos el chocolate en trozos pequeños y mezclamos con una cuchara.
- Echamos la masa en moldes pequeños, en mi caso utilicé los de madaleins, pero puedes utilizar los de magdalenas o solo un papel de horno. En ese caso, no olvides dejar espacio entre ellas porque pueden expandirse. * TRUCO: Para que todas tengan la misma medida, utilizad un sacabolas de helado (también sirve para hacer creps o magdalenas). Si no tienes, hacemos pequeños montones con dos cucharas.
- Precalentamos el horno a 180º e introducimos la bandeja. Horneamos entre 8 y 10 minutos.
Ahora llega lo más importante, ¡DEJAMOS ENFRIAR! La tentación será masiva, pero están mucho mejor frías y tu lengua no sufrirá quemaduras de segundo grado.
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