Adult Material o la innegable verdad de la industria del porno

Siena Kelly as Amy.
Adult Material, la nueva serie de Filmin hace temblar lo que sabemos, lo que creemos saber y lo que opinamos.
POR NATALIA LÓPEZ MUÑOZ

Una vez más me adentro en el mundo de Filmin para descubrir, en esta ocasión, una serie difícil. Adult Material es una serie que, a priori, tiene pinta de comedia británica salvaje y, sin embargo, se torna en una cuestión moral de gran magnitud. Veréis los carteles repartidos por algunas estaciones del metro de Madrid así que si el vivo amarillo y el parche de pirata llaman vuestra atención, no dudéis en verla. Pero eso sí, preparaos para encontrar preguntas muy difíciles de contestar.
Adult Material narra la historia de Hayley Burrows, una mujer y madre de tres hijos cuya profesión es actriz porno. Hayley cuida de sus hijos adolescentes y tiene un maravilloso marido que, cuando no hace de padre, es el perfecto ayudante en la carrera de su mujer. El debut de Amy, una joven actriz en la industria, hace tambalear el mundo entero de Hayley. No os dejéis engañar por el Audi rosa, la purpurina y los selfies. Esta historia abarca tantos temas que una termina de ver sus cuatro episodios sin entender muy bien su propia opinión.
La industria del porno
Desde una posición de empoderamiento Hayley defiende a capa y espada su capacidad de elección de lo que su personaje hace y se deja hacer en pantalla. Ella lleva las riendas de sus decisiones y productores y directores lo tienen que respetar. Así debería ser el mundo ideal en el que las mujeres puedan decidir dedicarse a la pornografía de manera libre, sin peligros y ganando un pastón.
Amy rueda por primera vez de la mano de Jolene Dollar (nombre artístico de Hayley) que, con una actitud muy maternal, comparte sus secretos de actriz experimentada. Uno de ellos es saber elegir qué prácticas añadir al currículum ya que una vez se han hecho, serán recurrentes.

Al margen de la variedad de prácticas sexuales que la pornografía se jacta de contemplar, la serie pone de manifiesto una cuestión muy importante que la industria debe tener en cuenta: el consentimiento de todas las partes a participar en la recreación de dichas prácticas. También, debería haber preocupación por la salud de los participantes. Es en estas cuestiones donde la industria falla para con Amy y donde comienza la caída de Jolene ya que intentará, por todos sus medios, denunciar lo que ocurre en ese primer día de rodaje.
El dilema moral
Cuando comienzas a ver la serie, Hayley puede resultar una mujer empoderada que, al margen de tener una profesión muy poco aceptada, es una persona con una vida poco diferente a la del resto. Casa, hijos, colegios, compra y vida marital que articula con una vida en la oficina y en redes sociales.
Pero al fin y al cabo, lo que se hace en privado es susceptible de ser usado en contra de alguien. Aquí la industria del porno tiene un sitio muy amplio ya que suple las fantasías más oscuras de quien mira. Abre la puerta a lo prohibido y convierte algo tan sencillo como el sexo en una cuestión muy compleja. Es un pecado ancestral que llega a nuestros días en formato digital.

La pornografía abre muchos debates sobre su legitimidad ya que se basa en el consentimiento de las partes para llevarse a cabo. Sin embargo, entran en juego muchos matices que atentan directamente contra el papel de la mujer en las políticas sexuales. Adult Material pone en tela de juicio lo que se podría defender como una decisión libre de alguien que quiere formar parte de este mundo. Cuando hablamos de dinero, de oportunidades en la vida y de abuso de poder, la libertad de esa decisión es entonces cuestionable.
La obscenidad es una opinión […] No hay nada intrínsecamente sucio sobre el deseo. […] Somos lo que hacemos para conseguir lo que queremos
Stella Maitland – Adult Material
La percepción de una misma
Durante parte de la serie todo parece una locura hasta que Stella Maitland, abogada y parlamentaria, entra en la ecuación. Ella se encargará de ponerle nombre a las cosas y de traer el sentido común a la vorágine de acontecimientos que se suceden.

Hay un subtexto muy claro que late bajo el alma de cada personaje, la percepción que tienen de sí mismos y de lo que necesitan hacer para gustar a los demás. El aspecto físico, la edad e incluso la integridad son elementos intrínsecos a la sexualidad. Adult Material se permite un análisis desde sus diversos ángulos. Se habla del sexo en edad adolescente y del fácil acceso a material pornográfico. De los cánones que este asienta entre una población inmadura o con falta de educación. De la labor parental en dicha educación y de las diversas configuraciones que tiene el sexo en la vida. También de cómo repercuten en una sociedad ultra conectada.
Ya os avisé al principio, no es una serie fácil pero sí relevante e incómoda. Aunque es una incomodidad a la que no está de más asomarse pues interfiere en la vida en muchos aspectos. Si quisieras acercarte a ella un poco más, te recomiendo la serie documental Hot Girls Wanted: Turned On.