Cómo hacer potaje de garbanzos y bacalao rápido
La receta tradicional para aprender a elaborar potaje tradicional de forma rápida con garbanzos y judías cocidas.

Cómo hacer potaje de garbanzos y bacalao
Esta receta es la que hacen las familias españolas cuando llega Semana Santa cada año.
Os enseñamos cómo hacer potaje de garbanzos y bacalao con una receta tradicional que pasa de generación en generación. Esta versión es muy similar al potaje de Arguiñano, pero con solera.
Ingredientes para 6 personas:
- Un bote de garbanzos cocidos
- Un bote de alubia blanca cocidas
- 200 g. espinacas
- 500 g. bacalao desalado
- Una cebolla
- Una cabeza de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Una hoja de laurel
- Harina, una cuchara sopera
- Pimentón dulce, cuchara de café
- Cominos, un pellizco
- Un huevo
- Sal
Elaboración: cómo hacer potaje de garbanzos y bacalao rápido
- Ponemos en una olla profunda cuatro cucharadas de aceite y cuando está templado sofreímos el bacalao troceado. Primero por una cara y luego por la otra, hasta que se dore un poco. Sacamos y reservamos.
- En el aceite que queda (si fuera poco añadimos una cucharada más) sofreímos un diente de ajo picado y media cebolla picada dejándolo a fuego bajo para que se poche. Ahora añadimos la harina y tostamos un poco sin que se queme, y añadimos el pimentón removiendo y apartando del fuego.
- Aquí le agregamos los garbanzos y las alubias lavadas y escurridas junto con las espinacas lavadas y cortadas según nos guste, también ponemos la media cebolla, la hoja de laurel, el ajo, el comino y un chorro de aceite crudo, cubriéndolo todo con agua para dejarlo cocer. Cuando lleve unos 10 minutos pondremos encima el bacalao y dejamos otros 20 minutos más a fuego medio. Antes de apagar el fuego le añadimos el huevo batido por encima, rectificamos la sal y lo removemos con cuidado. Dejaremos reposar unos 10 minutos y ya estaría listo para servir. (Si reposa más tiempo está más bueno).
Un plato saludable y equilibrado
Es un plato equilibrado y muy saludable además de apetitoso. Totalmente adecuado para el tiempo de cuaresma dada la ausencia de carne en sus ingredientes. Se trata de un plato de toda la vida del que no deberíamos prescindir el resto del año.
Este plato se puede preparar con las legumbres cocidas por nosotros mismos, pero no cabe duda de que nos llevará mucho más tiempo y esta opción que hemos preparado es igual de rica y por supuesto más rápida, con lo que no tendremos pereza de prepararlo en cualquier momento.