Tu protector solar depende de tu destino de vacaciones, ¿sabes elegirlo?

No siempre el sol incide sobre la piel de la misma forma y con idéntica intensidad en la playa, en la ciudad o en la montaña. Son muchos los factores que cambian considerablemente la experiencia de exponerse o, simplemente, de realizar una vida urbana sin necesidad de estar tumbado en una playa o piscina.

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Silvia Oliete, directora y fundadora de los centros de estética Blauceldona y con 20 años de experiencia, ha elaborado una serie de consejos por destino para elegir el protector solar más adecuado.

Si el destino elegido es la playa…

“Habitualmente en la playa es donde disfrutamos de las temperaturas más elevadas. La brisa marina nos refresca hasta alcanzar una temperatura agradable y, si seguimos teniendo demasiado calor, podemos darnos un chapuzón en el mar. Pero no te dejes engañar. Aunque haya una agradable brisa refrescante, la radiación solar sigue presente. Y lo mismo pasa en el agua: el 60 % de los rayos UVB y el 85 % de los rayos UVA pueden incidir a tu piel hasta una profundidad de 50 cm bajo la superficie del agua. Por eso es muy importante protegerte con una crema solar resistente al agua”, aconseja Silvia Oliete, de Blauceldona.

Si el destino elegido es la montaña…

“Una fresca brisa de montaña también puede resultar engañosa porque los rayos UV siguen presentes; y una brisa fresca también puede convertirse en un viento helado, especialmente a gran altitud. Por lo tanto, la piel necesita protección, y no sólo ante los rayos UVA y UVB, sino también ante el frío. A menudo aún puedes encontrar algunos campos de nieve persistentes en primavera y verano. Cuídate especialmente en esos lugares: la nieve refleja los rayos del sol e incrementa su efecto hasta en un 90 % de la radiación UV existente”.

Si el destino elegido es una ciudad…

“El tiempo al aire libre te ayuda a relajarte y despejar la mente. Sin embargo, con la potencia del sol en un abrir y cerrar de ojos, tus labios se pueden tensar y la piel te puede empezar a sufrir sensación de ardor. Para evitar que esto ocurra, no permanezcas al sol más de quince minutos sin protección. Por supuesto, este tiempo variará según tu tipo de piel, pero como regla aproximada no deberías exceder el cuarto de hora”.

Además, numerosos dermatólogos y expertos defienden combinar el protector solar con el uso del retinol durante los meses estivales y consideran que es la época del año en la que es más necesario.


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