Si quieres un perfume único… ¡Créalo!
Elegir los aceites esenciales que inspiran tu momento vital, o quizá aquellos que te llevan al pasado, a aquel recuerdo imborrable que quisieras atrapar para siempre… es magia. Crear un perfume único con la combinación exacta que ‘seas tú’ va mucho más allá de un frasco bonito que huele bien. Es una experiencia que no podrás olvidar (y que, al tener la fórmula en tu poder, podrás replicar cuando quieras). ¿Estás ready?

La experta olfativa de la maison italiana AquaFlor, Carmen Mayoral, imparte un taller en su tienda de Toledo que, además de finalizar con tu perfume único y exclusivo listo para llevártelo a casa, resulta una experiencia inolvidable que habrás hecho tú mismo.
Aprovecha una escapada a la monumental ciudad manchega de Toledo para visitar AquaFlor (frente al Monasterio de San Juan de los Reyes), un templo de aromas que te transportará a los momentos que quedaron grabados en tu memoria olfativa. Si te animas, puedes crear tu propio perfume, único, ¡ese que no tendrá nadie más que tú!
El arte de la creación de un perfume único
Crear un perfume es algo parecido a componer una partitura musical. No basta con la combinación de ingredientes a modo de cóctel por parte de un alquimista. El perfume es la creación de un artista que intenta expresarse y compartir una emoción con otras personas. A este profesional se le llama ‘nariz’. A pesar de esta denominación y de lo que pudiéramos pensar, un perfume no se genera en la nariz… Lo hace en el cerebro, puesto que éste es capaz de reconocer hasta 3.500 sustancias olorosas diferentes.

Alguien dijo que un perfumista “siente el perfume antes de haberlo creado”. La idea de la que parte suele ser un recuerdo de un aroma extraordinario que olió algún día y que le provocó una emoción que ha quedado grabada en su cerebro. El primer paso, y el más complejo, consiste en intentar traducir esa idea, ese recuerdo, esa emoción, en un perfume.
Para crear un perfume se pueden utilizar hasta 80 sustancias perfumadas, que se eligen entre las 360 esencias naturales y las 4.000 materias sintéticas existentes. En perfumería existen 7 familias olfativas que se utilizan para definir el tipo de acorde que compone nuestro perfume. Son: cítrico, floral, fougère, chipre, oriental, amaderado o con notas de cuero. Además, hay que tener en cuenta algunos matices como floral gourmand, femenino, empolvado, frutal…
Carmen Mayoral, palabra de experta
El perfume, que nació en Oriente, se utilizaba en rituales religiosos, y procedía de quemar maderas y resinas. El nombre procede del latín ‘per fumum’, que significa “a través del humo”, una manera espiritual de comunicarse con los dioses. “Hoy en día, muchos clientes que acuden a AquaFlor vienen con recuerdos de un perfume empolvado de su abuela”, según Carmen. Y añade: “Las abuelas están siempre presentes en los gustos olfativos de los clientes; también los jardines que recordamos de nuestra infancia”.

“En AquaFlor trabajamos con esencias naturales, y también con sintéticas, que son aquéllas que no se pueden extraer de la naturaleza, y que están creadas por nuestro perfumista, Nicola Bianchi”, explica Carmen.
Sin espacio para la improvisación
Nada más empezar la masterclass para crear nuestro perfume, lo primero que encontramos al abrir la carpeta (con la que vamos a trabajar las proporciones y muchas cosas más) es un dibujo de la pirámide olfativa. “La pirámide se compone de tres partes. Lo primero que tenemos que tener en cuenta son las llamadas notas de salida, ese olor más fresco, más volátil, ese de primer impacto y también el que antes desaparece”.
Y la experta continúa: “Aunque esto no quiere decir que no cumpla su misión en la composición, porque de alguna manera se queda. En segundo lugar están las notas de corazón, porque un perfume es como una composición musical. El corazón es lo más importante, es realmente a lo que quieres que huela tu fragancia, lo que te define o quieres que te defina en este momento. Y al final están las de fondo, que suelen ser las maderas, y que sirven para sujetar la fragancia”.
Una experiencia inolvidable, en una ciudad histórica
A la hora de pensar en qué tipo de perfume nos apetece crear, Carmen nos guía con su expertise y sus conocimientos. Primero, debemos saber en qué momento vital nos encontramos, qué queremos transmitir, y qué queremos que el perfume nos transmita. Otro elemento a tener en cuenta es si lo queremos para el día o la noche, para el invierno o la primavera, más fresco o más intenso…

Sobre la mesa de trabajo, tenemos decenas de aceites esenciales con los que empezar a crear un perfume único, pipetas para mezclarlos, y sus consejos de experta. Y no puede faltar un frasco con granos de café que nos ayudarán a neutralizar los olores cuando nos saturamos de tanta prueba.
A partir de ahí, la experiencia no puede ser más gratificante… Pero hay que vivirla, porque al tratarse de un sentido tan emocional, no puede explicarse con palabras. Como dice Carmen, “las percepciones son totalmente diferentes en todas las personas, y eso es lo que nos hace únicos como nuestro perfume”.
El atractivo de la exclusividad
Durante casi tres horas de trabajo, pasamos por todas las etapas del perfume y toda la magia que lo envuelve. A quienes gusten de este mundo perfumístico, es una experiencia increíble que no olvidarán.

Tú mismo te haces tu perfume, con tus fórmulas matemáticas para las proporciones, tus propias combinaciones y todos los datos pormenorizados de cómo lo has elaborado. Gracias a ello, en AquaFlor te ofrecen la posibilidad de replicarlo cuantas veces quieras.
Es decir, que cuando se te acabe, si sientes que “has dado en el clavo”, podrás volver a pedir que te lo hagan para llevártelo a casa, y seguirá siendo tan exclusivo como tú. Un perfume único que no tendrá nadie igual. ¿Te apuntas a la experiencia?
Más información: http://aquaflortoledo.es.
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